Un ratito para despuntar el vicio. Hasta la canaleta de regatas. En la entrada a la amarra con viento fuerte del ESE el motorcito me hizo un chistecito... 5 metros antes de llegar a la amarra se paró. Entre bastante bien pero me apollé un chiquito en el "Ana María". Juan el dueño me dió como pa´que tenga.... como buen grumetazo tuve que aguantar la cepillada... todo con cariño, y como el delito estaba... agua y ajo.
Hay un momento entrando a la amarra con viento que si se te planta el motor no tenés tiempo para nada, obvio que solo arriba del barco tenés muchas menos posibilidades. Ese momento es cuando empezas a virar para entrar a tu amarra: si venís rápido, tendrás gobierno pero no freno..... (sin motor, sin reversa obvio), implica topetazo o empujón contra los palos; si venís más despacio... en vez de virar y caer en tu amarra, cae abatido en la amarra vecina. Me pasó algo parecido... el botalón toco en la palmera, cuando me agarré para meterlo se puso de costado y una banda se apoyó con el espejo del barco vecino. Sin consecuencias. El orgullo dolido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario